En medio de la pandemia se abren las preguntas de quién cuenta para quienes ocupan cargos públicos. En el funeral de Bernardino Piñera, Herman Chadwick, dijo que el grupo de trabajadores que estaban en el rito «no contaban». La periodista Francisca González nos invita a reflexionar sobre «quien cuenta» en la pandemia.
Por Francisca González
Considerando que las tecnologías nos han servido para enterarnos que ciertas personalidades que ocupan cargos públicos no acatan las leyes o normas dictados por ellos mismos, ya solo queda la sensación de desamparo al no poder contar con las autoridades y solo nos queda tener la esperanza de poder contar contigo, el que se da el tiempo de leer esto.
Que son 18, 19, 20, 31, personas que asistieron al funeral pero 11 de ellas eran entre sacerdotes, músicos y fotógrafos para un miembro de esa familia, sin dudarlo, contestó que ellos: “no, no, esos no cuentan”. Esas personas por no ser familiares, simplemente para ellos no cuentan, una persona común y corriente, con un trabajo común, como tú y yo, porque ellos pudimos ser cualquier de nosotros, simplemente, no contamos para ellos.
Además, de la sensación de estar desamparado por los que deberían protegernos, se suma la sensación de angustia que deja esta situación, por un lado ellos dictan leyes, que si no les conviene no les interesa cumplir, y son leyes de protección para garantizar nuestros derechos humanos para tener más probabilidades de vivir, el distanciamiento social, las medidas especiales para funerales, que tanto criticaron en los bullados ritos funerarios ocurridos en el norte del país – situación que igual estuvo mal- , se les olvidan esas críticas, cuando les toca a ellos perder un familiar.
Y la angustia continua, porque aunque hay registros que demuestran que ellos no siguen sus propias leyes, ¿qué nos queda a nosotros? ¿creen que con estas pruebas esa familia será sancionada de alguna forma? ¿tendrán alguna multa? ¿algún detenido? ¿creen que este ejemplo sirva para que las más de siete mil familias que han perdido a un ser querido encuentren paz y resignación? O con el mayor optimismo, ¿estas imágenes servirán para que por fin hagan un mea culpa y tomen las medidas necesarias para que dejen de morir más compatriotas?
Creo que esta situación solo quedará como una de las tantas y tantas y demasiadas cosas que han hecho nuestras autoridades que quedan impunes con las que el pueblo no se siente considerado. Espero me equivoque y esto sirva para que las autoridades tomen medidas concretas para que el país se paralice en una cuarentena total, con el respaldo monetario a las familias, para que no deban salir a trabajar, por lo menos un mes, como lo hicieron en Nueva Zelanda, país que dejo de tener por algunos días personas contagiadas gracias a una medida de este tipo. Y no solo para Santiago, no una cuarentena seccionada, sino una cuarentena total para todas las regiones inclusive, créanme que los de regiones también contamos. Todo el dinero que no querían perder al hacer una ayuda de estas características desde el contagiado uno, sin ser experta en economía, creo que el gasto para el país se duplicó con creces.
Y si me equivoco y sigue todo tal cual y las autoridades no hacen nada concreto como hasta ahora, y seguimos sin contar para ellos, lo único que me queda, es contar para ti, si tú tomas estas medidas de distanciamiento social, si tú no vas a encuentros familiares, si tú no sigues el ejemplo de nuestras autoridades y te quedas en casa, saliendo solo para lo indispensable, este contagio en cadena puede ir disminuyendo. Así como contábamos los unos con los otros en la revolución social del pasado octubre, así mismo, es como hoy necesitamos contar con todos los del pueblo, ya que no puedo contar con la autoridad, cuento contigo.