Eso que pasa después de una partida: notas sobre el teletrabajo

Esta semana se promulgó la Ley de Teletrabajo, que está pensada para permitir que trabajadores puedan desarrollar sus funciones desde la casa. En cierta forma la cuarentena es un ensayo general, en cierta forma hay un grupo etario preparado, uno que ha vivido en formas de «telecomunidad», donde las amistades y las relaciones humanas se desmaterializan en un juego virtual. ¿Estamos entrando en un mundo para el que las lógicas comunitarias no están lo suficientemente preparadas? ¿Podemos un día dejar de distinguir trabajo y juego? ¿Hasta donde llega la precariedad laboral, cuando lo que está en cuestión es hasta donde llega la humanidad? 

Por Ala Mhigo

-Ché Rodri ¿estás bien?

-Creo que es más o menos proporcional la cantidad de ¿cómo estás? con los ¿estás bien? que he recibido en mi vida.

Debió ser durante el primer año en el que empecé a vivir solo, cuando empezaron a tocarme la puerta de la pieza que arrendaba para comprobar que no me había suicidado. Era una tía por encargo de mi madre, me trajo un tupper con lasagna y me miraba con el cuidado que alguien mira a alguien que no sabe si es drogadicto o un loco.

– ¿Estás bien?

– Si tía, tranqui, tengo una prueba mañana y se me olvidó el mundo.

Se me olvidó el mundo y me duelen los ojos, han pasado muchos días sin luz solar, mis roomies siempre se han preocupado por mi forma de vida, no molesto a nadie, y vivo de noche, eso siempre preocupa. Yo creo que soy así porque desde muy pequeño mis amigos vivían a ciudades de distancia, me acostumbré a tener un contacto al año o menos con las personas. Tengo el teléfono en silencio (lo mejor de un iphone es lo fácil de hacer que deje de sonar), se me olvida responder al llamado a la movilización total de una notificación[1].

Una partida, o un capítulo de una serie, por un capítulo de un libro. Esa es la medida de las cosas, para evitar que se me achicharre el cerebro.

El artista holandés Constant Nieuwenhuys se inspiró en el Homo Ludens de Johan Huizinga para los dibujos y las maquetas de su mundo utópico, Nueva Babilonia. En un manifiesto de 1974 con el mismo título, Constant pidió la liberación del «hombre lúdico» respecto al trabajador, al productor o a algún otro modo utilitario: «Lo opuesto de la sociedad utilitaria es la sociedad lúdica, en la que el ser humano, liberado del trabajo productivo gracias a la automatización, está al menos en posición de desarrollar su creatividad» Esta podría ser una opinión ligeramente optimista, sin embargo:

«Durante doce horas al día, siete días a la semana, mis compañeros y yo matamos monstruos», dijo un jugador de veintitrés años que trabaja en una fábrica improvisada de Fuzhou, China, y utiliza en Internet el sobrenombre de Wandering. «Gano unos 250 dólares al mes, que no está nada mal comparado con otros trabajos que he tenido. Y puedo jugar a videojuegos todo el día»[2].

«Wandering» trabaja en un taller de juegos, acumulando activos virtuales –oro de World of Warcraft, por ejemplo– para revenderlos. Parece que la automatización no ha liberado necesariamente a las personas del trabajo. Por el contrario, ha convertido a algunos trabajadores en robots. Esto plantea problemas interesantes: ¿cuál es la diferencia entre un humano y un robot? ¿Es esto aplicable a los juegos?».

He visto a madres llorar porque sus hijos soplaron la vela de su torta de cumpleaños y se fueron a la pieza a celebrar con sus amigos, he visto mesas de año nuevo incómodas porque un adolescente se fue a saludar a sus amigos luego de abrazar a su familia, el único problema es que nuestra vida pasa en una sala de TeamSpeak y jamás por una disco.

Uno de los trabajos más raros que he hecho en mi vida, ha sido digitalizar archivos en una iglesia, me pasé meses offline, recluido en libros cuyo contenido era burocrático e irrelevante, pero que necesitaba ser preservado. A modo de reserva bajé audiolibros para pasar las noches y también escuché muchísima radio, como diría Bolaño:

“Tengo un recuerdo bastante malo, en una época muy mala de mi vida, y estaba en un estado catatónico como quien se pincha heroína, yo creo que me había quedado zombie, escuchaba de todo, me encantaban las conversaciones nocturnas, generalmente de chismorreos, escuchaba los programas nocturnos, siempre de noche. Debo haber estado mal porque no podía dormir, pero durante mucho tiempo, porque no podía dormir”[3].

Apagar la vida con voces, el cura y las monjas, consideraban que mis tiempos de trabajo eran excesivos, decían que me tomaba el claustro más en serio que los cristianos.

Lo importante del TeamSpeak no es la coordinación para jugar mejor, no es el Shot Calling, eso es apagar la vida con voces, llegar a “la zona” y subir de elo no es relevante[4]. Lo relevante es todo lo demás, aquello que aparece cuando nunca has visto ni tocado el rostro de tus amigos. Parece que todos pasamos el test de turing, cuando intuimos que es lo relevante.

Lo relevante es que en estos días las salas de TeamSpeak están rebosando de humanos que hace un par de semanas no tenían tiempo ni para respirar, hoy trabajamos, jugamos, almorzamos y compartimos, como no lo hacíamos en años. Somos un grupo de trabajadores sociales, ingenieros, académicos y estudiantes que nos conocimos jugando Ragnarok desde hace más de 10 años. Lo relevante es que el trabajo/juego y la vida, no son disociables. Hoy Piñera envió un proyecto que se había enfriado con la contingencia. Lo relevante es que el teletrabajo y la automatización no es necesariamente equivalen a una precariedad laboral.

Ni con el esloveno, ni con el koreano[5], un antivirus de computador no es más que una base de datos de una serie de códigos publicados de los virus ya conocidos. La creación de un virus suele ser recombinar el código del mismo para que haga lo mismo y no sea reconocible por la base de datos. ¿Qué es lo mismo pero no es igual?, en un momento de desaceleración radical, las salas y oficinas son costes operacionales inadmisibles, hoy le enseñé a mi abuela a pagar cuentas y pedir el gas por internet, hoy una amiga que vive en una okupa me contaba que peleó con sus “compas” porque compró/pagó cosas por internet. Capacidad de adaptación frente a la crisis, la masificación del cognitariado en áreas laborales insospechadas tradicionalmente lejanas al freelance y al boletariado, todo esto requerirá una nueva adaptación del capitalismo.

La masificación del cognitariado propone desafíos, cuando el juego, el trabajo y la vida son indistinguibles, la pregunta es, ¿cómo articulamos algún derecho?.

Pensar lo virtual como un nuevo mundo, o sostener la tensión real/virtual. Esa es la base intelectual y argumentativa que sostiene la idea de una precarización laboral en el teletrabajo. “En este nuevo mundo no hay leyes”[6], si puedes ser un mago nivel 80 sin contrato que gana su dinero y experiencia a base de misiones, también puedes ser un repartidor en bicicleta que gana su dinero a base de entregas.

Cuando a tu mejor amigo sea alguien a quien nunca le has visto la cara. Recién en ese momento, pensaremos en una defensa laboral que no pase por romantizar al obrero recluido en una fábrica, o que el radiólogo por skype es menos valioso que el físico. Debemos superar el izquierdismo miserabilista y su analfabetismo tecnológico, detrás del cual se deja ver el temor religioso de alterar un “orden natural”: “La condena a todo intento de manipular fenómenos es el tipo de sentimentalismo que perpetúa las características más objetables de nuestra existencia”.

¿A cuánto mundo pueden proveer las huertas orgánicas y pymes autogestionadas que la izquierda opone a Tesla y Monsanto? ¿Y a cuánta gente le interesa sinceramente vivir en ese mundo?[7]

[1]Movilización total Maurizio Ferraris.

[2]Conferencia de Hito Steyerl ¿Los juegos, por qué? ¿Se le permite pensar a un profesional del arte? https://newleftreview.es/issues/103/articles/hito-steyerl-sobre-los-juegos.pdf

[3]https://www.youtube.com/watch?v=4g7ZJ9eN4jA&t=341s

[4]TeamSpeak Programa de voz, Elo: Sistema de ligas usado en ajedrez y videojuegos, Shot Caller: quien da órdenes en un videojuego, La zona: Después de jugar mucho tiempo el cerebro procesa y acciona en “automático”.

[5]https://www.eldesconcierto.cl/libros/zizek-y-el-coronavirus-un-golpe-al-capitalismo-a-lo-kill-bill/

https://culto.latercera.com/2020/03/23/byung-chul-zizek-coronavirus-capitalismo/

[6]La declaración de independiencia del ciberespacio no terminó como se pensó https://nomadasyrebeldes.files.wordpress.com/2012/05/manifiesto_de_john_perry_barlow-1.pdf

[7]Aceleracionismo: Estrategias para una transición hacia el postcapitalismo.

https://www.chilebio.cl/2020/03/11/empresa-canadiense-desarrolla-vacuna-contra-el-coronavirus-en-plantas-transgenicas/

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