Femicidio: odio, machismo y patriarcado

En Chile existen dos formas de entender los femicidios. Un acto violencia y odio extremo que se hace recurrente en la sociedad, y sobre el cual recién en los últimos años se ha cambiado realmente los conceptos. Hasta no hace mucho se hablaba de «crimen amoroso», una aberración que ya queda atrás, pero sobre el tema se siguen teniendo diferencias importantes en cuanto a cómo se entiende una de las peores expresiones del machismo. 

Por Constanza Ossandon 

¡NOS ESTAN MATANDO! Suena de fondo en muchas de las protestas feministas a lo largo de Latinoamérica.

En México mueren alrededor de 3 mujeres al día, en Argentina una cada 36 horas, en Chile en promedio está muriendo una mujer a la semana según la red chilena contra la violencia hacia las mujeres. Ya son 45 víctimas del machismo en lo que va del 2019. Sin embargo, esto se ha invisibilizado por las cifras oficiales, las cuales son entregadas por el Ministerio de la mujer y equidad de género y solo dan cuenta de 26 feminicidios hasta el primeroero de agosto del año 2019.

¿Por qué son tan distantes ambas cifras?

Respecto a esto, se debe señalar que las cifras oficiales responden a lo tipificado en la ley 20.480, que reconoce el delito de femicidio como el asesinato de una mujer realizado por quien sea o haya sido su esposo o conviviente, situando de esta manera la violencia machista en un contexto íntimo o intrafamiliar, distinto de la cifras entregadas por la red chilena contra la violencia hacia las mujeres, que reconoce el femicidio como un crimen misógino que refleja, en grado extremo, el sentido de propiedad, dominación y control que ejercen los hombres hacia las mujeres en las sociedades patriarcales.

Frente a esto, reconocer el delito de femicidio solo en un contexto íntimo, saca de la luz pública la existencia de un orden patriarcal y el machismo implícito en nuestra sociedad, negando una la existencia de una vulnerabilidad tanto en el espacio público como intimo asociada a la condición exclusiva de ser mujer, por lo que las políticas preventivas que se busque ejecutar para evitar este tipo de delito, se encontraran sesgadas y no atacaran el problema de raíz, como se ha hecho hasta la fecha y hemos sido víctima de un aumento de los crímenes de odio y el nivel de violencia con el cual se ejecutan.

Por el contrario, visibilizar el femicidio como la expresión extrema de violencia contra las mujeres independiente de la existencia o no de una relación sexoafectiva entre víctima y victimario, permite generar otro tipo de acciones que prevengan estos crimines originados en la misógina, visualizando otras aristas como la educación referente a las nuevas masculinidades, y nuevas concepciones del amor, desterrando creencias que fomentan patrones de interacción violentas.

Es por esto la importancia de la discusión existente en el proyecto de Ley Gabriela, toda vez que esta amplia el concepto de femicidio, reconociendo que la violencia hacia las mujeres no solo se da en contextos íntimos o intrafamiliares y es una problemática transversal en la sociedad, que tiene motivaciones propias de odio contra las mujeres.

El femicidio entonces, es reconocido como la máxima expresión de odio contra las mujeres en el mundo, y no hablamos solo de un discurso de odio manifiesto hacia nosotras, sino de un discurso de odio implícito en la sociedad occidental y oriental que deriva del actual orden patriarcal, que es transversal a todos los modelos económicos y sociales, situándonos a nosotras, las mujeres en una categoría inferior al hombre, quien ejerce la autoridad dentro de todos los espacios de la sociedad.

Reconocerlo como tal, es el primer paso para poder brindarnos mayor seguridad a las mujeres en nuestro país.

Hoy avanzamos poco a poco en el cambio de paradigma dentro del código penal, que hasta hace un tiempo visibilizaba la violencia como un problema en el contexto íntimo o intrafamiliar.

Hoy el paradigma señala que no solo en esos espacios se nos violenta, teniendo ley de respeto callejero, tramitación de ley  Gabriela y sin consentimiento es violación.

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