Una olvidada iglesia ubicada en la calle Chañarcillo de la capital regional se prendió en llamas a pocos días de la navidad. Aquí conocemos la historia de cómo se incendió y desapareció. Hoy el terreno donde se emplazaba es parte del conjunto de centros educativos católicos de Copiapó.
Miguel Cáceres, geólogo e investigador independiente
En Copiapó han sucedido grandes incendios, como el de noviembre del 2008 que afectó una decena de locales comerciales ubicados Chacabuco con Atacama, o el de diciembre de 1951 que se inició en calle O’Higgins entre Yerbas Buenas y Maipú, arrasando gran parte de esa cuadra y consumiendo incluso lo que fue el teatro más lujoso que tuvo Copiapó, El Rojo. Mas atrás, en las primeras décadas del siglo XX se produjeron otros siniestros de importancia, como el de la Escuela de Minas en enero de 1929 (del que ya se ha hablado en este mismo sitio) o el del templo de La Merced en 1914. De este último no hay muchos detalles y la siguiente nota entrega algunos antecedentes de la prensa de la época.
El Templo La Merced
Una de las iglesias más antiguas del valle se ubicó hasta 1914 en calle Chañarcillo, donde actualmente está el salón La Merced, propiedad del Liceo Católico Atacama. A un costado se hallaba el colegio de la Inmaculada Concepción (hoy Sagrado Corazón), mientras que al opuesto el Liceo Alemán (actualmente Liceo Salesiano). El origen de este templo se remonta a un convento que existía en el mismo lugar en las primeras décadas del siglo XVIII, casi a mediados del mismo periodo una iglesia comenzó a ser construida y en 1743 ya se hallaba en enmaderación. Según el historiador Sayago, el templo debe su fundación a la Marquesa María Bravo de Morales viuda de Monroy y Zabala, quien en su testamento legó una fastuosa herencia a los padres mercedarios y ordenó además que fuera sepultada allí. Si bien no se disponen de mayores detalles arquitectónicos, se sabe que, desde la fundación de Copiapó en 1744, el edificio había sido destruido tres veces producto de terremotos anteriores al de 1819. El capitán Basil Hall, quien visitó Copiapó el 24 y 25 de noviembre de 1821 encontró el templo en la completa ruina luego de haber sido destruido por ese sismo.
Finalmente, la versión más “moderna” de la iglesia y cuyas (escasas) imágenes han perdurado hasta nuestros días, fue construida a mediados del siglo XIX. Recaredo Tornero entrega una litografía (Fig. 1) y una descripción del inmueble:
“Lindo templo gótico, de tres naves, construido en el año de 1864. Costó $48.000 pesos, debido a la generosidad del vecindario, impulsado a esta obra por los continuos afanes del Reverendo Padre Donato, de la Orden de los Sagrados Corazones de Jesús i María, i del Intendente D. Francisco Gana.”
Figura 1. Litografía de la iglesia La Merced hacia 1870.
El incendio
Cerca de las 11 de la mañana del 24 de diciembre de 1914, humo y llamas provenientes de la torre del templo La Merced (Fig. 2) comenzaron a ser observadas por los vecinos quienes veían horrorizados como las flamas comenzaban a avanzar y consumir la iglesia.
En un esfuerzo mancomunado entre bomberos y varios vecinos, no exento de problemas de agua y equipos, el incendio logró ser circunscrito a eso del medio día, aunque para entonces ya había consumido la sección sur del edificio del Liceo Alemán donde destruyó la fachada y cuatro salones; los sacerdotes que dirigían esa institución vieron destruido y diseminado todo su valioso material de enseñanza. Sin embargo, la parte norte del internado de ese establecimiento educacional seguía en riesgo y fue allí donde se redoblaron los esfuerzos para intentar derrumbar las torrecillas del lado Norte que revestían el principal riesgo para aquella sección; tarea que fue lograda a las 2 de la tarde.
El colegio de la Inmaculada Concepción, que se hallaba aun costado, estuvo en peligro en todo momento producto de que la torre de la iglesia podía caerle encima. Afortunadamente, esta colapsó verticalmente y no afectó a la institución, aunque el fuego ya comenzaba a propagarse por las cornisas del edificio. Un esfuerzo extra de bomberos y vecinos permitió extinguirlo antes que se propagara.
Figura 2. El templo La Merced se ubicaba en la esquina de Chañarcillo con Yerbas Buenas.
Algo curioso fue lo sucedido con la imagen de María Inmaculada ubicada dentro de la iglesia, a la que sus pies, centenares de vecinos se prosternaron y oraron. Era de una gran belleza e imponencia y había sido instalada hace 25 años por el sacerdote Guillermo Juan Carter, ubicándose en la nave derecha del templo. Al comenzar el incendio, decenas de católicos suspiraron por la figura y apenas estuvieron las ruinas lo suficientemente frías, la comunidad católica se empecinó con su búsqueda entre los escombros, esperando hallar cenizas. En su lugar, encontraron la imagen rodeada de brasas, ígnea, fulgurante, pero no consumida. Según la crónica de la época:
“Había recibido el calor de tantas plegarias, de tantos corazones ardientes de fe pura, intensa; no podían ya consumirla las llamas de cien incendios ni el calor de cien volcanes.”
Al igual que en el incendio de la Escuela de Minas en 1929, el ocurrido en el templo de La Merced también está bajo un velo de misterio respecto de cómo se inició ya que nunca se determinó la causa. La prensa de la época descartó de plano algún descuido de los encargados del cuidado del inmueble o que haya surgido producto de la caída de algún candelabro con velas encendidas. Así también desechan un posible cortocircuito en la instalación eléctrica.
La destrucción de la iglesia La Merced, provocó la desaparición de una de las obras arquitectónicas mas notables del Copiapó del siglo XIX. Posteriormente nuevas iglesias fueron proyectadas y construidas en el mismo sitio, sin embargo, hoy el lugar es un gran salón en donde se hacen actos de diversa índole y que lleva el nombre de “salón La Merced,” en homenaje a la iglesia que allí se encontraba.
Bibliografía
Cáceres, M. 2018. Atacama sísmica. Ediciones OnDemand, Santiago. 163 p.
El Amigo del País, 24 de diciembre de 1914.
El Amigo del País, 28 de diciembre de 1914.
Sayago, C. 1874. Historia de Copiapó. Imprenta de El Atacama, Copiapó. 450 p.
Tornero, R. Chile Ilustrado. Librerías i Agencias de Mercurio, Valparaíso. 496 p.