Al norte de Copiapó y a 2.600 m.s.n.m. es donde «Virgo Astroturismo» encontró un privilegiado rincón de la región de Atacama para realizar sus observaciones astronómicas. Elián Pérez es la persona detrás de este emprendimiento astroturístico, quien desde Petorca, en la región de Valparaíso, está a la siga de los cielos más límpidos del Hemisferio Sur para la observación de astros, planetas y constelaciones.
Por Daniel Campos Rodríguez
Camino a Inca de Oro y muy cerca de la Viña del Desierto, el minero experto en maquinaria pesada, Elián Pérez, instaló su observatorio bajo el nombre de «Virgo Astroturismo». Y nos explica que «no tiene nada que ver con la astrología, sino que es mi zona preferida del cielo: la Constelación de Virgo, que contiene El Sombrero y Virgo-A y se encuentra a 36 millones de años luz de distancia desde donde estás parado», me indica como buen entusiasta de la astronomía.
La noche del viernes seis de noviembre Revista Tierra Culta fue invitada a una exposición de los cielos de Atacama y sorteando el frío viento e infame toque de queda, disfrutamos de una noche que si bien nublada, no impidió observar de forma impecable a Marte y Saturno, la constelación de Tucán-46, como La Tarántula y ver, a simple vista, cúmulos galácticos que serían imposibles de observar si la contaminación lumínica que avanza desde Copiapó e Inca de Oro, arruinara las beneficiosas condiciones atmosféricas y geológicas del sector cordillerano.
«Yo no soy oriundo de esta zona, soy del valle de Petorca y allá nació está idea de hacer turismo astronómico. Los cielos de Petorca son bastante parecidos y de hecho en algunos aspectos son mejores que los de Vicuña, pero lamentablemente no tenemos una cultura turística en el valle», indica al inicio de su presentación Elián, acompañado de un telescopio tipo Dawson. Con su lente refractario, el vendedor le dijo que se
ría imposible hacer fotos. La siguiente imagen es un ejemplo de la perseverancia del fundador de Virgo Astroturismo.
«Yo trabajo en Copiapó y por el tema de la pandemia no me pude devolver a Petorca, así que me traje los equipos y empecé a salir en la región y he descubierto unos lugares espectaculares para hacer observación. La idea es radicar el proyecto acá en Copiapó» comenta, mientras nos indica que hacia el norte, sin la necesidad de un telescopio, podemos observar una galaxia.
«Lo que queremos hacer con Virgo Astroturismo es unir dos tipos de turismo, uno es el astronómico y el otro es el cultural patrimonial. Hemos visitado minas icónicas para el desarrollo de Chile, como Chimbero, Tres puntas, el sector de Carrera Pinto y Puquios. Donde hay ruinas, lugares de bastante interés para ir a conocerlas. Aquí mismo, estamos en conversaciones con el dueño de la Viña del Desierto, que además de hacer vino y aguardiente en forma artesanal, su ubicación nos protege del viento de este lugar», nos cuenta Elián Pérez. Y es cierto, el viento es un tema, pero con el vestuario adecuado no debería importunar demasiado. Además la belleza prístina de los cielos del desierto de Atacama hacen olvidar muchas veces el cuerpo físico que habitamos y nos dejamos llevar por las profundidades del cosmos, con la misma emoción que el fundador de «Virgo Astroturismo».
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