Opinión https://www.revistatierraculta.cl Cultura, Arte, Sociedad y Patrimonio de Atacama Tue, 20 Oct 2020 15:08:05 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=4.9.15 /wp-content/uploads/2018/08/cropped-28576448_759726214225770_8622814582422618625_n-32x32.jpg Opinión https://www.revistatierraculta.cl 32 32 Opinión: Chile cambió, pero no tanto… /_p=16279 /_p=16279#respond Mon, 19 Oct 2020 00:46:15 +0000 /_p=16279 Hace un año se detonó la edición atacameña del Estallido Social. Ad portas del proceso de plebiscito constitucional, vale la pena preguntarse ¿Cuánto ha cambiado Chile y en qué ámbito?  Si no se cambia la constitución, ¿existen posibilidades de reformas dentro de los parámetros consitucionales? «Al menos esa fisura que abrió el Estallido, poniendo en crisis la carta magna es una pelea que no hay que ceder. El 2019 Chile cambió como sociedad, pero en lo institucional… no cambió tanto».  

Por David Ortiz Zepeda

El año pasado estalló en llamas el país y en Atacama el Estallido Social también reventó por la tarde en una convocatoria espontánea. De ahí en más se remecieron muchísimas estructuras de poder. Algunas más, otras menos, pero la rigidez de la institucionalidad pareció volverse maleable, la sociedad pareció estar en un punto de fusión en que lo sólido de nuestro sistema gélido e inhumano parecía volverse líquido, al punto de poderlo aguantar con nuevos contenedores…

Se activaron muchas utopías. En ese sentido el arte ha sido un catalizador clave de los sueños de la población, del proyecto común. En cada imagen, en los cánticos, en los símbolos podemos recordar las palabras de la Sección Inglesa de la Internacional Situacionista: “¿Qué significa hoy la utopía? Crear el tiempo y el espacio reales en cuyo seno pueda realizarse el conjunto de nuestros deseos y ser deseada por el conjunto de nuestra realidad. Crear la obra de arte total”.

Y ahí está el desafío, de qué manera lo que parece ser un momento de cambio total, donde parecen venirse abajo instituciones, sistemas, donde se abren grietas en la representación de la autoridad un momento utópico, como dice Benjamin, donde invito a hacer la lectura del salto de los estudiantes por las barandas en el metro de Santiago como una nueva generación avasallando las convenciones, esa convención de que no se debe pasar al metro si el torniquete está quieto… se pasa por encima. Todo parece caerse.

Desde lo institucional se intentó dar una flexibilidad a la rigidez del sistema político. El “Acuerdo por la Paz Social y nueva Constitución” venía a apaciguar la rabia, canalizando hacia la conformación de un nuevo pacto social. El contenedor de un nuevo Chile en un libro. Pedro León Gallo de fondo en la foto, un testigo anacrónico.

Mientras, el conflicto entre el anhelo de cambio en las calles y la rabia contenida, daban cuenta que no era suficiente. Un grifo desbordando el fluir de la población rabiosa se trató de contener con un balde.

Salvo por el acuerdo, que le salvó el pellejo al pésimo estadista Piñera, la respuesta gubernamental fue cien por ciento violencia, represión y resistirse todo lo posible a cualquier tipo de cambio. Se puso mucho más énfasis en lo represivo, aumentando  las facultades represivas de las policías, considerando también entregar atribuciones policiacas a las fuerzas armadas.

Hoy a un año de ocurrido todos los hechos que movieron la balanza entre lo que la comunidad necesita y lo que realmente está dispuesto a entregar el sistema y las élites, la utopía sigue persistente. A pocos días del Plebsicito, no se pueden abandonar. Estamos en un momento donde todo eso que parecía que se venía abajo sigue vigente, solo ha sido mermado en sus formas simbólicas. Las leyes no se han cambiado.

¿Será la nueva constitución una oportunidad para crear ese Chile anhelado? Uno menos injusto, menos inhumano, con más respeto por todas las comunidades, donde no sea la competencia lo fundamental, donde no se subyuguen unos grupos que quedan excluídos…

Chile cambió, nos llenamos de utopías, pero en la práctica ¿habrá cambios institucionales? No podemos desestimar que en un año lo único concreto que existe para hace reformas más importantes son aprobar el cambio a la constitución y que exista una Convención Constituyente que abra al menos cambios efectivos dentro del marco institucional.

Al menos esa fisura que abrió el Estallido, poniendo en crisis la carta magna es una pelea que no hay que ceder. El 2019 Chile cambió como sociedad, pero en lo institucional… no cambió tanto.  Es tiempo de profundirzar desde la organización y también desde el marco institucional, sino ese Estado, quedará exactamente igual a como está.

 

]]>
/_feed=rss2&p=16279 0
Un año del estallido social en Atacama, ¿qué sentí ese día? /_p=16273 /_p=16273#respond Mon, 19 Oct 2020 00:00:14 +0000 /_p=16273 A un año del estallido social en Atacama, son muchas las reflexiones que surgen. Dentro de la pluralidad de visiones, muchas veces el estar inmersos dentro de un fenónemo nos lleva a miles de sensaciones. Este texto nos lleva por el tránsito del Estallido Social, lo que se inició desde el 19 de octubre, a un día de la revuelta iniciada en Santiago.

Por Ass Kepshúp

Recuerdo el día que todo estalló en Copiapó, aquel 19 de octubre, el día más feliz.

Las barricadas encendidas al caer la noche en cada esquina del centro de la ciudad, luceros extendidos incluso más allá de los márgenes habituales de la protesta provinciana en Atacama.

Aquellas hogueras, en cuanto pasaba por cada una me preguntaba que tenían, porque la gente en vez de estar descansando prefería arriesgarse a mantenerse alrededor del fuego, en un abrazo violento por avivarlo.

La respuesta vino de a poco, entre fuego y fuego, pues la llama era sanadora, allí se quitaban los dolores en el calor de los anónimos y anónimas allí reunidas.

Si había un claro de tiempo para conversar con cada presente, hombre, mujer, joven o mayor, este hablaba de esperanzas y de sueños, de un futuro que gustaría de ser mejor, ya sea un anhelo individual o algún colectivismo mayor.

El pasado no era tema, lo importante era develar el futuro con antorcha en mano, correr el velo oscuro que oculta el luminoso porvenir.

Las hogueras eran fraguas de anhelos.

Tras la llama ojos despiertos, un calor bestial pero humano las azuzaba. No queda lugar en donde esconderse, la línea ígnea de la barricada es la frontera simbólica entre empezar a vivir o perecer 30 años más. Ahora visto desde la distancia del tiempo, ese día brilla mucho más.

Aquellas hogueras vienen a mi mente como luciérnagas trágicas tras la luz de los sueños. Así como aquel fuego abriga nuestras esperanzas, también hemos debido quemarnos en él. Las cientos de luces de aquella noche en el desierto, no parecían tan fuertes por si solas, pero unidas como grito de dignidad común floren quemándolo todo. El día más feliz, porque fue el día en que empezamos a vivir.

 

Fogatas de Sueños

Luciérnagas trágicas

Optimistas de la dignidad

El día más feliz

Fruto del odio

Sembrando esperanza

Ríos de sangre

Y siglos de robo

Tierra fértil

Para el encuentro

Perros verdes y azules

Muerden sin cesar

El amo asustado

Infringe la muerte

Amor contra fusil

Futuro contra balas

Fogata de sueños

Ojos despiertos

Tras la luz del fuego

En el día más feliz

El calor de los cuerpos

Pájaros danzantes

Que cantan libertad

 

Ass Kepshúp, el hermano negro de Ash que no fue entrenador pokemón, está algo paranoico y terminó asalariado en Copiapó.

]]>
/_feed=rss2&p=16273 0
Carabineros y violencia policial: Lo tiraron al río /_p=16227 /_p=16227#respond Thu, 08 Oct 2020 14:54:35 +0000 /_p=16227 En la siguiente columna de opinión, nuestra colaboradora Constanza Ossandón nos presenta una relación entre la manipulación mediática del actual gobierno y su férrea defensa a los excesos de violencia por parte de Carabineros, relacionándolo con el abuso sufrido por mujeres y disidencias, bajo el rótulo del gaslighting o chantaje emocional.

Por Constanza Ossandón, psicóloga. 

Nos mienten en la cara: tiraron a un niño de un puente y dicen que se cayó .

El gobierno negacionista no conforme con negar años de violencia, de violaciones a los Derechos Humanos y el dolor de una sociedad completa, hoy con toda la tecnología de nuestro lado, nos sigue mintiendo a la cara.

Niegan la realidad, difunden mentiras a través de los medios hegemónicos y nos quieren convencer de que todo está bien. Que somos nosotros y nosotras quienes están equivocadas y utilizando todas las estrategias comunicacionales que se permiten, justifican la violencia desmedida de la policía. Sin embargo, tenemos pruebas de nuestra verdad.

Y es que la estrategia comunicacional de este gobierno, funciona tal cual como la de un maltratador que somete a su pareja, utilizando el gaslighting para hacernos creer que estamos errados y mantener su farsa respecto al homicidio frustrado de un adolescente en el puente Pío Nono de Santiago.

Nos quieren imponer su verdad a través de los medios de comunicación, disfrazándola de imparcialidad, de neutralidad;  pero no entienden que aquí estamos, situadas y organizadas para desmentirles, exigir justicia y dignidad, porque no permitiremos que sigan negando la realidad.

El joven de 16 años fue arrojado por los pacos al río y esa es la única verdad. Pero en la televisión, distintos parlamentarios del oficialismo insisten en resaltar que es más importante la muerte de un padre de familia en Collipulli, región de la Araucanía.

Hoy como nunca antes, hemos visto a una fiscal exigir lo mínimo y hacerse cargo de la criminalización de los pacos, de manera inmediata en contexto de protesta, no como con Gustavo Gatica o Fabiola Campillay.

Que alegría da un poco de justicia en este país. Pero no debiese ser motivo de alegría que la institucionalidad funcione.

Ni la declaración del general Rozas en el Congreso, o su eventual salida del cargo en carabineros, resolverá la problemática asociada a la institución criminal de Chile: que su disolución debe ser inmediata. Sin embargo, temo lo que pase una vez estos pacos queden libres y sean simples civiles, cuando han sido educados para ejercer la violencia.

]]>
/_feed=rss2&p=16227 0
Salvador Reyes, escritor copiapino: del imaginismo al criollismo de mar /_p=16127 /_p=16127#comments Sat, 19 Sep 2020 17:22:12 +0000 /_p=16127 Salvador Reyes es el único Premio Nacional de Literatura nacido en Copiapó, pero a pesar de este reconocimiento, no es de muy común lectura en Atacama. En el siguiente artículo nuestra colaboradora María Rivera, nos comparte su visión acerca de quien fuera mencionado por la crítica como «escritor de mar», reduciéndolo al imaginismo (donde fue encasillado por ser tomado como demasiado creativo), pero a través de esta misma creatividad logró revitalizar el criollismo, llevándolo desde el aspecto campesino y la tierra, hasta los «hermanos de la costa como su horizonte u objetivo en su destino».

Por María Angélica RiveraTítulo original: Salvador Reyes, el escritor de mar: una revisión sobre la crítica / Fotos extraídas de www.memoriachilena.cl

Conocemos la figura de Salvador Reyes (Copiapó, 1899 – Santiago, 1972) por ser escritor y periodista, ganador del Premio Nacional de Literatura en 1967, y por poseer el apodo de “escritor de mar”. Pero, ¿cómo se refleja este sentimiento marítimo en su literatura? Aunque se le vinculó a los temas del mar, no siempre la crítica supo sistematizar y entender de dónde provenía este interés de Salvador.

Todo esto comenzó con la publicación de su primer poemario titulado Barco ebrio (1923), el cuál hacía una clara alusión al poema del mismo nombre escrito por Arthur Rimbaud en 1871. La crítica se dividió con respecto al poemario de Salvador. Mientras unos manifestaban el poco valor literario de la obra (por ser demasiado “creativo” o imaginativo”), otros, sin embargo, salieron en su defensa, destacando la originalidad y voz propia como puntos fuertes:

«Salvador Reyes nos ha presentado en ‘Barco Ebrio’ nuevos rumbos poéticos, que rompen los viejos moldes y las antiguas tradiciones. De él puede decirse que es un poeta que reviste sus versos con una originalidad inconfundible» (Letizia Repetto Baeza, 1923).

Con este poemario, Salvador puso en la palestra una temática que se había abordado solo desde la vereda del realismo: “La estética de ‘Barco Ebrio’ no se detiene bajo el pórtico de ninguna escuela clasificada” (Juan Thamuro, El Mercurio de Valparaíso, 1923). “[Esta obra debe ser] vista a través de un prisma refinado y elegante, que ojalá remoce la literatura criolla de esta época” (Gastón Dariel, Zig-zag, 1923). Este último comentario resulta previsor en relación a los hechos que rondan la carrera literaria de Salvador a finales de los años 20 del siglo pasado, y que explicaré a continuación.

En 1928 crea la revista Letras. Mensuario de arte y literatura junto a Hernán del Solar, Ángel Cruchaga Santa María, Manuel Eduardo Hübner y Luis Enrique Délano; dejando claras, ya en la editorial de su primer número, las intenciones detrás de la revista:

“Queremos hacer una nueva tentativa en pro de las letras nacionales. Pero hacerla espontánea y simplemente, sin pretender la imposición del arte en todos los órdenes de la vida nacional. No nos guía, pues, ese descabellado propósito ni mucho menos el estrecho proselitismo de una escuela o la limitación de una bandera artística determinada. Aspiramos a bien poco: a divulgar […] el arte literario nacional”.

La creación de la revista Letras pretendía actuar como un artefacto de divulgación cultural, independiente de las corrientes literarias. Así, se publicaron colaboraciones de Marta Brunet, Juan Guzmán Cruchaga y Manuel Rojas. Sirvió también para dar vitrina a los propios trabajos de los integrantes de la revista. Ya en este primer número se promocionan sus próximos libros a publicar, entre ellos La niña de la prisión, de Luis Enrique Délano con prólogo de Salvador Reyes.

A raíz del libro de Délano, en la revista se generó un acalorado debate sobre la forma de hacer literatura, catalogando de “imaginistas” a todo aquel que no hiciera retratos sobre la realidad, en contraposición a los llamados “criollistas”.  El crítico Manuel Vega se opuso firmemente al imaginismo, restando valor a la producción de los nuevos escritores imaginistas y atacando directamente el trabajo de Salvador, en sus artículos “Imaginación y realismo (Respuesta a Salvador Reyes)”:

“Frente a la literatura efímera, huidera, que pasa velozmente sin dejar rastro porque no evidencia personalidad ni originalidad en sus cultivadores, yo opongo estos nombres que algo representan en las letras nacionales: Baldomero Lillo, Federico Gana, Joaquín Edwards Bello, Mariano Latorre, Manuel Rojas, forjadores todos de bellas páginas, reales, humanas, esmaltadas de honda poesía. Ellos hablan al corazón de todos nosotros y se hacen oír, porque representan la voz de la tierra, nuestra tierra, humanizada a través de sus ensueños de artistas” (p. 3, El Diario Ilustrado, 1928).

Lo que Vega resalta es que la obra de Salvador Reyes no representa los valores chilenos, enfatizando en su discurso la palabra “tierra” (la voz de la tierra, nuestra tierra), creando automáticamente una división entre la tierra (criollismo) y el mar, siendo este último el escenario utilizado para los relatos imaginistas.

Pareciera que Vega no siente ni incluye al espacio marítimo como parte de identidad chilena. Más tarde, Alone afirmará que los imaginistas “no toman sus cosas directamente de la realidad, […] no hacen descripciones de la naturaleza ni transcriben el lenguaje de los campesinos tal como suena” (Oelker, p.75).

Lo que ambos críticos estipulan es la configuración de una identidad chilena, sin embargo, solo toman en cuenta el aspecto campesino. Cualquier cosa que se escape de ese patrón, carece de importancia nacional. Como parte de ese imaginismo, le atribuían a Salvador una invención de lo marítimo, en donde primaba más la imaginación que la realidad.

En respuesta a esas declaraciones, Salvador manifiesta:

“Si se da una nota de poesía, si entra en juego la imaginación, inmediatamente se grita: –¡Cuidado! ¡Ese es un imitador! ese está copiando novelas marítimas francesas” (p. 11, Letras).

Para Salvador Reyes, hablar sobre el mar no tiene nada de imitativo, en el sentido de repetir discursos y narrativas ya instaladas en otras latitudes. Más bien, lo que él declara es su propio sentir marítimo del que se nutrió desde su niñez, su propia identidad nacional.

Salvador Reyes y el mar

A pesar de haber nacido en Copiapó, Salvador vive su infancia y juventud repartido entre Antofagasta, Tal-tal, Caldera y Copiapó, ciudades que luego ficcionalizará en sus escritos, describiéndolos de una manera que solo un conocedor del lugar podría hacer, entremezclando su visión subjetiva y su relación afectiva con el espacio.

Podemos encontrar rastros de esto en el poema “Infancia” de su poemario Las Mareas del Sur (1930): “Siento crecer el rumor / de las viejas bahías del Norte. / Allá donde mi infancia / tendió su arco de certera nostalgia. / Las gaviotas de entonces / todavía desgarran las lunas de colores. / Era azul y amarillo el Otoño marítimo” (p. 25).

Una de las que más me llama la atención es la descripción que hace de Caldera en el cuento “La noche triste del Altisana” publicado en su libro Lo que el tiempo deja (1932):

– ¿Ud. conoce Caldera? – me dijo el marino –. Un puertecito simpático en aquella época: un grupo de casas de madera sobre dunas de arena amarilla y de tierra rojiza, un mar tranquilo, un cielo puro. Las gaviotas rompen el silencio de la mañana con sus breves chillidos y nada, fuera de eso, distrae la paz, el reposo profundo que lo invade a uno apenas salta a tierra. Las casas están pintadas de blanco, de verde claro y son pequeñitas y livianas; miran curiosamente hacia el mar, con una curiosidad ingenua y encantadora, como las niñas que se asoman sobre la tapia de su jardín para ver el temido y deseado espectáculo del mundo.

Más adelante, ya adulto, reside en Valparaíso y Santiago, plasmando su conexión con la quinta región en sus novelas Mónica Sanders (1951) y Valparaíso, Puerto de Nostalgia (1955). En 1952 ingresa a la Hermandad de la Costa, siendo uno de sus miembros más activos. Además, escribe la “Oración al mar”, la cual “es una obra poética que formula una promesa y un compromiso que asumen los hermanos de la costa como su horizonte u objetivo en su destino” (p. 4, Hermandad de la Costa).

El 31 de enero de 1955 viaja a la Antártica como parte de la IX Comisión Antártica, permaneciendo tres meses en dicho lugar. Producto de ese viaje, el 1 de octubre del 1955 funda el Círculo Antártico Chileno y publica su libro El continente de los hombres solos (1956). Forma parte activa de la Asociación Internacional Cap Horniers. Fue miembro de la Liga Marítima de Chile, el Club Naval y el Bote Salvavidas de Valparaíso, y el Club de Yates.

Durante toda su vida estuvo en contacto directo con el mar, siendo parte fundamental de su visión tanto de mundo como literaria. Incluso, luego de fallecer, sus cenizas fueron arrojadas al mar de Antofagasta, frente al Club de Yates –tal como fueron sus deseos–, el 8 de agosto de ese año. Así, Salvador Reyes retorna al mar, en una relación que trasciende más allá de la muerte.

Entonces, ¿imaginismo o marinismo?

Juvencio Valle en “Imaginismo y realismo en la literatura chilena”, relata que los críticos de la época afirmaban que Salvador apenas conocía el mar –si es que lo conocía–, y que solo había tenido contacto con él mediante cuadros y pinturas. Debido a esta creencia, se determinó –sin fundamentos– que nunca hubo un acercamiento entre Salvador y el mar, por lo tanto, todas sus descripciones marítimas eran clasificadas bajo del prisma del exotismo (uno de los rasgos del imaginismo).

Sin embargo, Augusto Iglesias en “Salvador Reyes, ¿Escritor exótico?” (1967) lo discute: “Los ‘exóticos’ serían los otros, los de tierra adentro, y no los isleños del archipiélago de Chiloé que consumen su existencia entre oleajes que empuja el Austro; ni los pescadores de la costa del Centro; ni mucho menos los ‘changos’ del Norte Grande”. Por otro lado, Raúl Silva Castro lo denominó como “criollista del mar”, percibiendo los retratos que Salvador realizaba sobre la vida marítima.

Si podía haber criollismo de tierra y de campo, de la misma manera existía el criollismo del mar, ya que el océano cruza Chile de extremo a extremo. Silva Castro consideraba la geografía humana del mar, integrada por “los pescadores y mariscadores, los buscadores de tesoros, los buzos y hombres ranas, y todavía más, los cazadores de nutrias, de lobos y de ballenas. Todos estos hombres existen […] y se nos van revelando a medida que el escritor avanza en su conocimiento del país”. No obstante, Augusto Iglesias insistía en su posición: “Reyes […] narrador ejemplar de nuestras letras, no cultiva el género criollo, ni es tampoco un escritor exótico”.

Para Juvencio Valle, la importancia de la literatura de Salvador no iba de la mano con etiquetas, sino con la sensación de mar que transmitían sus obras: “nosotros a través de sus relatos [conocimos] el soplo penetrante de las aguas marinas”. Por lo mismo, según Alberto Baeza Flores, ninguna de las etiquetas otorgadas a Salvador era acertada, ya que los críticos no entendieron hacia dónde apuntaba el escritor con su literatura, por lo que su irrupción en las letras chilenas se definió como un hecho insólito, siendo difícil asignarle alguna categoría. Así, prefirieron determinar que su producción literaria tenía como base la “imaginación”.

Sin embargo, “la obra de Reyes mostró que los catalogadores apresurados se habían equivocado. En la poesía, la crónica, la obra narrativa de Reyes existe un trabajo profundo con la realidad viva de la existencia, del mundo, de sus panoramas geográficos y humanos; un amor apasionado por el paisaje interior y exterior de los puertos y el mar, los mares de Chile” (Baeza, 1966).

Al momento de escribir, Salvador no pretendía oponerse a ningún escritor o tendencia. Su contenido respondía a un origen mucho más orgánico y auténtico, escribiendo de acuerdo con sus vivencias marítimas: “Ya en ese libro [El último pirata] me volví hacia el mar porque esa fue una presencia constante de mi infancia y de mi adolescencia y porque tenía como única realidad espiritual, el sabor del agua salada” (Reyes, 1966).

El eje marítimo sobre el cual giran sus obras no responde a una necesidad de plasmar un exotismo ajeno a su realidad, más bien constata una concepción de espacios nacionales que no han sido tomados en cuenta: “por mi parte, me negué a aceptar que el huaso, el paisaje agrario y las costumbres populares del campo y la ciudad mediterránea fueran las únicas materias novelables. Creí entonces –como lo sigo creyendo– que el novelista tiene derecho a ampliar su mundo y a prolongarlo en el sentido de su temperamento” (Reyes, 1966), rasgos que seguirán presentes a los largo de su vasta producción literaria.

En una entrevista concedida para Revista Eva (1955), la periodista Marianne Encina logra entrever su finalidad literaria: “Él no espera ni se siente satisfecho con los conceptos honrosos que le dedican los enjuiciadores literarios. Sólo [sic] espera ser comprendido. Que quienes lo leen, entiendan cuál fue el proceso que dictó aquellos conceptos comprometidos en sus libros, y cuál es el alma que los hace palpitar”.

Aquella “alma” que hace palpitar las obras de Salvador es, sin duda, el alma del mar, su propia alma marítima, la cual supo imprimir de tal forma que le otorgó un sello y un estilo distintivo a sus escritos. Conocer su historia de vida nos permite sumergirnos de mejor manera en sus obras y entender cuáles son las características de esta alma marinera. Asimismo, nos recuerda que la costa también forma parte de nuestra identidad chilena, para que dejemos de darle la espalda al océano y encontrar ahí rasgos que nos forjan como chilenos.

Independiente de las etiquetas, en su obra literaria permanece latente una esencia marítima indiscutible, que abarca diferentes interpretaciones de la vida del mar, siendo “sin duda alguna el iniciador de una corriente marinista en la literatura chilena” (Tamayo Vargas, 1958).

Bibliografía:

Cruchaga, Santa María, Ángel et al. Letras. Mensuario de arte y literatura. 1928.

Dariel, Gastón. “Poetas nuevos”. Zig-zag.1923.

Encina, Marianne. “Así escribo mis novelas”. Eva. 1955.

Iglesias, Augusto. “Salvador Reyes, ¿Escritor exótico?”. Occidente. 1967.

Oelker, Dieter. “El imaginismo en Chile”. Acta Literaria 9 (1984): 75-91.

Repetto Baeza, Leticia. “Salvador Reyes”.1923.

Reyes, Salvador. Las mareas del sur. Santiago, Chile: Editorial Nascimento. 1930.

Reyes, Salvador. “La noche triste del Altisana”. Lo que el tiempo deja. Santiago, Chile: Editorial Letras. 1932.

Reyes, Salvador. “Imaginistas y Criollistas”. ¡Qué diablos! La vida es así. 1966.

Silva Castro, Raúl. “Salvador Reyes, Criollista del Mar”. El Mercurio. 1967.

Tamayo Vargas, Augusto. “Salvador Reyes y la literatura del mar”. El comercio. (Lima,

Perú). 1958.

Thamuro, Juan. “Barco Ebrio”. El Mercurio de Valparaíso.1923.

Valle, Juvencio. “Imaginismo y realismo en la literatura chilena”. El Diario Austral. s.f.

Vega, Manuel. “Imaginación y realismo (Respuesta a Salvador Reyes)”. El Diario Ilustrado. p. 3. 1928.

 

]]>
/_feed=rss2&p=16127 1
Ámbar, la (in) justicia patriarcal y la indefensión hacia las mujeres desde la institución /_p=15998 /_p=15998#respond Tue, 11 Aug 2020 14:58:47 +0000 /_p=15998 Los aspectos legales y morales de las decisiones del estado en temas de crímenes contra mujeres quedaron una vez más evidenciados con el caso de Ámbar. En esta columna, nuestra colaboradora Constanza Ossandón nos hace pensar sobre cómo actúa la justicia cuando la presión pública funciona y cómo el espectáculo del morbo en los medios actúa: «Y es que si los medios no hacen un festín con el rating y el morbo que genera la violencia hacia las mujeres, el poder judicial no funciona. Si la muerte de una mujer no vende, la justicia la olvida».

Por Constanza Ossandón, psicóloga. 

06 de agosto y los noticieros informan la triste noticia de tu muerte. Hugo Bustamante ha decido terminar tu vida y no conforme con esto, destrozar tu cuerpo y ocultarlo en el patio de tu casa, tal como lo hizo en el 2005 con su pareja y el hijo de ésta sin un mínimo arrepentimiento.

Un asesinato premeditado, donde tuvimos acceso a los crudos detalles que pusieron termino a su vida. La sensación en el cuerpo es difusa, se inhibe la rabia ante tanta maldad. La angustia y el miedo priman.

Esta sociedad patriarcal es cada día más violenta… y tristemente me queda la sensación de que a mayor violencia, mayor oportunidad de justicia.

Y es que si los medios no hacen un festín con el rating y el morbo que genera la violencia hacia las mujeres, el poder judicial no funciona. Si la muerte de una mujer no vende, la justicia la olvida.

¿Cómo no sentir rabia y tristeza con esto? Si apenas desapareciste el sentido común nos hizo desconfiar de él, porque ya había asesinado a mujeres, ya había asesinado a niños, y pese a esto, el Estado lo liberó.

¿Cómo no íbamos a desconfiar? Cuando fue él mismo quien dijo en una entrevista que no dudaba en cometer nuevamente un crimen de ese tipo si la situación así lo permitía.

Y es que ahora además se dio el tiempo de buscar como perfeccionar su crimen…

La rabia e impotencia nos invade como mujeres frente a un estado que una vez más ha liberado a un hijo sano del patriarcado sin dimensionar las consecuencias que aquello podría implicar para nosotras. Y es que en el 2019, liberaron de manera anticipada a Hugo Pasten, quien secuestró y asesinó a Catalina Álvarez, tambien de 16 años.

Y así va a seguir ocurriendo, mientras la (in) justicia patriarcal siga rigiendo el poder judicial de este país, porque el actuar ineficiente en las políticas de estado referentes a la equidad de género y el incumplimiento de tratados internacionales que buscan garantizar la vida libre de violencia hacia las mujeres, cada día cobra más vidas y solo vemos aprovechamiento político por parte del ineficiente gobierno de turno que sale a pronunciarse respecto de la muerte de Ambar, pero no activa recursos para encontrar a Catalina.

Sin embargo, la similitud de ambos casos ha generado repercusiones en la negligente fiscalía de Copiapó, señalando que solicitarán a la PDI iniciar la búsqueda de la Cata.

¿Cuantas más tienen que morir y desaparecer para que el Fiscal regional se movilice realmentemente para encontrar a la Cata?

El problema radica en su nula comprensión de la violencia de género, en no comprender el fenómeno de raíz, en visualizar cada muerte de una mujer en Chile como caso aislado y no verlo de manera holística. No comprender el patriarcado y las consecuencias en nuestras vidas.

Esta semana seis mujeres fueron declaradas muertas a manos de la violencia contra nosotras y pareciera ser que el estado no se ha enterado para tomar acciones. Por el contrario, la prensa ha decidido cargar la responsabilidad de esto en la madre y sus negligencias, además de continuar vulnerando la vida de Ambar, exponiendo todos los hitos traumáticos de su vida a través de la pantalla.

¿Dónde estaba el papá cuando todo esto ocurría, por qué ahora se querella con la madre y no antes?

Podríamos hacer un sinfín de hipótesis respecto a esto, sin embargo esto evidencia en que terminan las maternidades y paternidades impuestas por este estado que nos niega el derecho a decidir, crianzas negligentes y niñas y niños vulnerados en sus derechos…

Han sido tantas muertas en una semana que sí, tenemos rabia y queremos justicia, encontrar culpables y exigir que esto no se repita pero nunca a costa de la exposición de la vida de nuestras compañeras.

Nunca más a costa de exponer sus historias de vida en una pantalla para que el poder judicial recién tome acciones.

Nunca más expuestas en el escaparate televisivo sin derecho a defendernos o a ser tratadas con dignidad.

Por eso que culpo al estado, de su ineficiencia al implementar políticas públicas que protejan a la víctima en su integridad física, psíquica y en los medios de comunicación. De liberar asesinos y violadores creyendo que con su ineficiente proceso de reinserción social va a disminuir la probabilidad de reincidencia.

Culpo al estado, porque aun cuando sabemos que existen falencias en los estilos de crianza dentro de nuestro país, no existe un soporte eficiente que pueda salvaguardar la integridad de las y los menores de edad vulnerados en nuestro país.

Culpo al estado, por su ineficiencia en la comprensión de la violencia estructural de la que somos víctimas las mujeres. Por negarse a entender que el femicidio es el último eslabón de la violencia hacia nosotras y que responde a un acto de ejercicio de poder sobre nuestras cuerpas.

Que rabia siento por tu muerte Ambar, porque podrías haber tenido una vida distinta, porque eras consciente del riesgo que corrías junto a tu madre, y buscaste cambiar tu destino, pero no. El estado te abandono y permitió que Hugo Bustamante pudiera acabar con tu vida.

]]>
/_feed=rss2&p=15998 0
Emprender en turismo en Chile y Atacama: Hoy en día, un duro viaje /_p=15992 /_p=15992#respond Tue, 11 Aug 2020 00:53:57 +0000 /_p=15992 El rubro turístico es uno de los más afectados por la inestabilidad del contexto mundial. Las restricciones en la movilidad son uno de los factores que más lo han determinado. Es tiempo de hacerse nuevas preguntas y retomar otras. Nuestro colaborador Luis Vicencio nos plantea: «¿qué tan viable es integrar a la actividad estos conceptos hoy? ¿es posible que estos factores se consideren en la planificaciones del mediano plazo y largo plazo? ¿nos enfrentaremos nuevamente a privilegiar la economía por sobre todo?¿qué tan postergados quedan los problemas que presenta la actividad desde su masificación?

Por Luis Vicencio, Cátedra UNESCO Patrimonio y Turismo Sostenible – Buenos Aires, radicado en Diego de Almagro, Atacama. 

El rostro apaleado del turismo, uno de los tantos sectores sobrepasados por los importantes desafíos del último tiempo, sin duda ha acusado los golpes. Evidentemente, estallido social y pandemia le han proporcionado unos duros guantazos y aunque en esta columna obviaremos los números sanguinolentos de los últimos informes económicos, lo que no esquivaremos es el hecho de que en Chile los oferentes de servicio turístico no saldrán de esta difícil situación tan sólo con ejecutar los pasos del desconfinamiento, ni sólo haciéndole una finta a los rebrotes.

Emprender o mantener un emprendimiento es un súper desafío en la actualidad ya que las restricciones de movilidad, dificultades financieras y cuestiones sanitarias son temas centrales en el comercio y vitales para el desarrollo de la actividad turística, misma a la que no le queda otra opción para sobrevivir que recurrir a una ya tradicional característica chilena: la resiliencia.

¿Y cómo no? Si claramente es la actividad más expuesta y vulnerable a los resultados de eventos extremos coyunturales, como desastres naturales o como esta crisis sanitaria de la COVID-19…y es que viviendo en el país que vivimos estos riesgos se multiplican.

Esta dura travesía implica tener espaldas financieras para soportar el nivel CEROde actividad existente desde marzo y también tener el aguante suficiente para la difícil situación que se arrastra desde el último trimestre del 2019, implica invertir para integrar a su funcionamiento los cambios requeridos por los protocolos de reapertura, implica probablemente tratar de acceder a alguno de los programas de ayuda de gobierno e implica esperar a que un posible estallido social 2.0 no signifique alargar la agonía o peor aún terminarla, entendiendo que esto último significa en realidad bajar la cortina y dedicarse a hacer otra cosa. A pesar de ello, varios de los emprendedores turísticos locales se muestran resilientes y proactivos trabajando ya para sus futuras reaperturas.

Esto trae consigo interesantes desafíos, pues la confianza y seguridad de los viajeros marcarán más que nunca sus preferencias. Así, se enumeran factores relevantes a considerar como: la adaptación a los nuevos intereses de los visitantes, las reducciones en la intensión de gasto, la profesionalización  e integración de los medios digitales al servicio ofrecido, por nombrar algunos.

Mientras, surgen voces de especialistas que ven en estas circunstancias una buena oportunidad para poner en la mesa temas que vienen demandando creciente atención, pero que sin embargo, cuesta que penetren en las estructura normalmente rígida de la trenza economía – estado – sociedad; esto es: La sostenibilidad (sostenibilidad en serio).

La accesibilidad universal y los temas de género, encabezan una serie de aspectos que ojalá encuentren espacio en la actividad post crisis (para profundizar usted podría buscar los 17 objetivos de desarrollo sostenible que indica la ONU, por ejemplo) no sólo promovida por los oferentes del turismo, sino como una visión para la nueva cotidianidad, también ejercida por los turistas e idealmente impulsada por el Estado. Evidentemente tendremos visitantes más exigentes en varios de estos temas.

Pero esto nos lleva a otras preguntas: ¿qué tan viable es integrar a la actividad estos conceptos hoy? ¿es posible que estos factores se consideren en la planificaciones del mediano plazo y largo plazo? ¿nos enfrentaremos nuevamente a privilegiar la economía por sobre todo?¿qué tan postergados quedan los problemas que presenta la actividad desde su masificación? Lo urgente suele postergar lo importante y claro que hoy hay urgencias.

En estos tiempos se plantean más que nunca reflexiones sobre si vamos en la dirección correcta, porque hay que dejar establecido que el turismo, en general, está lejos de ser una actividad inocua y como cualquier acción humana deja su huella.

Así entonces, es de esperar que este nuevo pensamiento crítico que se manifiesta en estos días, exija que se adopten nuevos rumbos, para tener una mejor actividad turística, mejores ciudades y por supuesto un mejor país que vivir, disfrutar e invitar a conocer.

]]>
/_feed=rss2&p=15992 0
Justicia Patriarcal, la ausencia de criterios de género en decisiones dentro del Estado /_p=15989 /_p=15989#respond Tue, 11 Aug 2020 00:24:19 +0000 /_p=15989 El reciente caso de Ámbar Cornejo que ha impactado al país, sumado al caso de Catalina Álvarez en Copiapó suman y suman casos donde los distintos poderes del Estado evidencia la falta de perspectiva de género en su actuar. Janina Cortés Rojas nos dice en la siguiente columna: «no es solo la reeducación al sistema judicial, a los poderes del Estado y las policías. Sino que necesitamos nuevas reglas, una nueva convivencia». 

Por Janina Cortés Rojas, Antropóloga Social grupo GEA.

(…) Los Jueces, El Estado (…) Las tesis

Corporación Miles informa Feminicidio:

  • N° 24, 4 de agosto víctima Vilma Escobar 18 años.
  • N°25, 29 de Julio víctima Ámbar Cornejo 16 años.

Nos siguen atacando, nos siguen matando. El caso de Antonia, fue sumamente doloroso de escuchar y ver, y fue la presión social la que hizo que Martín Pradenas fuera a la cárcel mientras se realiza la investigación, porque para aquellos que seguimos el caso sabemos que la justicia decidió en primera instancia enviarlo a su casa, lo que enardeció a la ciudadanía.

En atacama nos preguntamos ¿Dónde está Catalina? ¿Quién traerá de vuelta a Catalina a su casa? La justicia claramente no lo hará. ¿Dónde está el Estado cuando nos matan? ¿La justicia acaso nos protege?

El caso de Ámbar al igual que el resto, no es solo doloroso, terrible, sino que es macabro, respecto a esté la vocera de la corte suprema Ana Gloria Chevesich señalo en La Tercera que por “(..)haber cumplido el postulante la mitad de la condena impuesta por sentencia; haber observado una conducta intachable (…)”. Se le concedió en forma unánime la libertad.  Me pregunto entonces ¿El cumplimiento de la ley está sobre la vida de las mujeres?

¿Con el dinero que se paga a los funcionarios del poder judicial, no habrá nadie que revise las causas? ¿No habrá nadie que revise las observaciones de gendarmería? ¿leerán las causas? ¿Sabrán que se liberan peligros públicos para la vida de las mujeres y de los Niños, Niñas y Adolescentes? ¿Un femicida es menos peligroso para la sociedad por portarse bien en la cárcel?

Todas esas preguntas rondan mi mente una y otra vez y la respuesta sigue siendo No. Nunca estaremos seguras, no nos protegen. El sistema, las leyes machistas y patriarcales, no nos permiten estar protegidas, y nos sentimos desamparadas una y otra vez.

No nos olvidemos del lesbicidio de Anna Cook, quien fue violada y asesinada en circunstancias que aún no se esclarecen y sin sospechosos.

Finalmente son las familias quienes comienzan la búsqueda de la justicia, son ellas quienes levantan las luchas, es el movimiento feminista quién las acompaña. Las acompañan también otras mujeres, quienes ven en la televisión y las redes sociales la cara de la justicia patriarcal, ven el dolor, el miedo, y se cuestionan. Y son también hombres que se dan cuenta de la (IN)justicia por primera vez y cuestionan a su género.

La superestructura se pone en tensión, los poderes del Estado dejan en evidencia la falta de perspectiva de género, no son capaces de observar la violencia contra las mujeres, la violencia racista y el abuso de poder permanente en el que estamos insertos.

Y no me refiero solo a estas dos últimas semanas, sino que son años de opresión histórica hacia las mujeres, las diversidades, los pueblos indígenas y todo aquello que escape del paradigma tradicional heteronormado. No nos olvidemos de las hermanas Quispe en nuestra región y de su causa de muerte.

El sábado 8 de agosto la Fiscalía informa de 2 muertes de mujeres mapuches, madre e hija son encontradas muertes en una comunidad de Ercilla, el SML lo califico como asfixia por ahorcadura del tipo suicida, situación a lo menos sospechosa, dado los últimos acontecimientos y de lo cual poco se ha hablado.

En mi opinión, los sectores conservadores tienen mucho que reflexionar y decir al respecto, se necesita un cambio urgente, y no es solo la reeducación al sistema judicial, a los poderes del Estado y las policías. Sino que necesitamos nuevas reglas, una nueva convivencia, más derechos políticos y ciudadanos, por eso es necesario un cambio de constitución.

Una nueva constitución con perspectiva de género, con paridad, con escaños para los pueblos indígenas y la diversidad sexual. Hoy más que nunca Chile debe cambiar.

No nos olvidemos que queda cada vez menos tiempo para el plebiscito y nos corresponde a nosotras y nosotros como ciudadanía hacernos parte de esto y demandar una sociedad distinta para un futuro más esperanzador del que estamos viviendo.

]]>
/_feed=rss2&p=15989 0
Pretilazo: La ausencia de un mínimo democrático /_p=15963 /_p=15963#respond Thu, 09 Jul 2020 13:44:47 +0000 /_p=15963 Más allá de las explicaciones técnicas en cuanto a lo netamente biológico o agrícola que pueden justificar la tala o no de un árbol, hay una dimensión más profunda en el proceso del pretil, que es la participación ciudadana y el ejercicio democrático. En la siguiente columna el sociólogo Octavio Echeverría nos plantea esta cuestión y nos dice: «El proyecto nace viciado al no contemplar un proceso de democratización de las decisiones sobre sí mismo, lo que termina por cubrir de ilegitimidad el proceso y su futuro resultado».

Por Octavio Echeverría Alfaro, sociólogo 

Foto: Fam Pretil.

 -Bueno señor Alcalde, que aprendió ud. durante el Estallido

-... bueno, aprendí que debo cortar árboles y no tomar en cuenta a la gente.

Estos últimos días han estado cargados, pero que muy cargados, a la pandemia que nos azota, al estallido que continua latente y al mal gobierno que tenemos, se le suma la carga en Copiapó el inicio de la remodelación del Parque El Pretil, proyecto muy deslegitimado en su origen y que comenzó sus obras haciendo lo peor que podía hacer: cortar árboles. Según la Encuesta Nacional de Derechos Humanos del 2018, se evidenció que en base a la percepción ciudadana el derecho humano más vulnerado en la región es el derecho a vivir en un medio ambiente limpio, sano y digno (la única región que marcó aquel resultado); pues bien, en una ciudad altamente contaminada y desértica son sus escasos árboles, y río las fuentes más grandes de su imaginario de defensa medioambiental.

¡Dos dedos de frente para ver que el conflicto se iba a desatar! ¿Por qué? Pues porque absurdamente no hubo participación, tuvo muy mala divulgación entre la comunidad y escaso poco debate; más aún, el Alcalde el día lunes en un punto de prensa realiza declaraciones paupérrimas, demostrando poco manejo en cuanto a participación ciudadana y democracia, argumentando que aquello demora mucho, que es muy difícil llegar a acuerdo(hay tres toneladas de manuales y metodologías que precisamente evitan demoras y buscan los acuerdos), que vimos lo que paso en la consulta ciudadana de diciembre (WTF! ¿Qué tiene que ver? Son cosas muy diferentes en realidad). En base a esto último, me quiero referir a qué es la participación ciudadana en un proyecto social y por qué es tan importante. Otro día, si el Covid o el teletrabajo lo permiten, escribiré sobre las variables ecológicas y el aprovechamiento político de cierto nefasto personaje (“y a ti como te gustan”), que mediante una acción judicial busca plantar su campaña municipal.

Contar con mayor participación de actores sociales interesados/as y comprometidos/as, es una condición necesaria para hacer que los proyectos, de cualquier índole, sean sustentables en el tiempo. Todo proyecto de desarrollo que implique la dimensión social debe tener presente en qué comunidad se inserta. Esto se refiere al grupo humano que comparte un territorio y genera sistemas de vida, consolidando relaciones sociales, económicas y culturales. Lo que significa forjar tradiciones, intereses comunitarios y sentimientos de arraigo. Sólo al incluir a la comunidad en el desarrollo del proyecto, es más probable que ésta se apropie del producto y los resultados, los use, disfrute y cuide.

Participación ciudadana, problema de raíz

La participación ciudadanaconsiste en el involucramiento activo de los ciudadanos y las ciudadanas en los procesos de toma de decisiones que tienen repercusión directa o indirectamente en sus vidas. El concepto participación ciudadana alude a un encuentro entre al menos dos conocimientos, puntos de vista o formas de aprender la realidad: los de los/as ciudadanos/as y los de sus contrapartes técnicas e institucionales. Usualmente este encuentro se da entre el conocimiento técnico y el conocimiento sobre las necesidades y usos cotidianos. Por lo tanto, la participación supone tanto el reconocimiento del otro y de su saber o experiencia, como elementos necesarios para el logro de los objetivos que se espera alcanzar. Es un proceso mínimo de democratización en la toma de decisiones.

Debemos entender el desarrollo de un proyecto como una intervención que tiene (o aspira a tener) un efecto, directo o indirecto, inmediato o posterior, en las condiciones y calidad de vida de la población. Es por esto que cualquier proyecto en sus distintas fases genera externalidades, ya sean positivas o negativas, y es en torno a estos efectos o consecuencias, en donde usualmente se encuentran los intereses de actores públicos, privados, y de toda la comunidad en general. Esta área, en este tipo de cuestiones, sobrepasa los argumentos técnicos.Entonces, para que un proyecto social sea más amplio, en el sentido de resolver conflictos y construirse con mayor legitimidad, es necesario que contemple la participación democrática e igualitaria de los/as distintos/as actores sociales del territorio.

El diseño de la participación ciudadana está construido en torno a responder la pregunta que todo proyecto con implicaciones sociales debe responder:¿Cómo lograr explicitar la diferencia y construir compromiso?En esta pregunta están contenidas, la identificación y la explicación de los conflictos y disensos, junto con la necesaria construcción de consensos y compromisos que permitan construir respuestas y soluciones desde la participación social.

De esta manera el ejercicio democrático permite la gestión de los posibles conflictos y sus soluciones. En este plano existen dos tipos de conflicto: el primero, que algunos autores llaman “conflicto bloqueador”, es aquel donde no hay disposición a la cooperación, sino más bien se busca la ruptura y la imposición de unos intereses por sobre los demás, mediante la afirmación de posturas indeclinables; y el segundo, el “conflicto productor”, es aquel donde, aunque las divergencias sean fuertes, existe la disposición al diálogo cooperativo con el objetivo de llegar a una salida diferente de la inicial y de las esperadas por las partes.

El núcleo de un proceso participativo que adhiera a estos principios de gestión de conflictos y compromisos, se encuentra en la función pedagógica que tiene la mediación en la construcción colectiva de diálogos y decisiones. La función pedagógica articula la gestión de los conflictos y los compromisos permitiendo el puente desde los posibles bloqueos hacia las posibilidades de producción de acuerdos. En este marco se diseña la participación ciudadana del proyecto, en base a una socialización efectiva que permita mediante la función pedagógica desbloquear los posibles nudos, construyendo así utilidad y uso social compartido, entre los distintos actores con intereses relacionados, con miras a la formulación de un plan de gestión y gobernanza participativa marcada por el cambio climático, la sustentabilidad ecológica, la identidad, el patrimonio y la búsqueda de alternativas de desarrollo local y nacional.

El problema central, no se vaya “por las ramas”

Finalmente, el problema no son los árboles podridos o no podridos, más o menos cemento, sino que una vez más la naturaleza es la mera la víctima. El proyecto nace viciado al no contemplar un proceso de democratización de las decisiones sobre sí mismo, lo que termina por cubrir de ilegitimidad el proceso y su futuro resultado, exponiendo claramente un ejemplo de conflicto bloqueador provocado por la mala gestión política desde la Ilustre Municipalidad y su Honorable Concejo. No digamos que el conflicto no se vio venir o que se produce por un sector político solapado en la ciudadanía pretendiendo la desestabilización municipal. Esas son palabras propias del tirano de Santiago.Esto es algo que se planteó con antelación desde distintas voces, más solo ha encontrado sorderas el Municipio. Entendamos de una vez por todas que los desafíos ecológicos, patrimoniales y políticos venideros exigen Democracia Participativa, Discusión Igualitaria con Planificación Territorial y Urbana.

Aún se está a tiempo de enmendar el rumbo, de generar un conflicto productor, se debe replantear la ejecución del proyecto, incorporando las siguientes acciones a la brevedad:

  • Divulgar y comunicar de que se trata el proyecto y los alcances de sus distintas etapas a toda la comunidad copiapina, entendiendo que El Pretil es un lugar de apropiación general. El más grande sitio de esparcimiento popular y el pulmón verse de nuestra árida ciudad.
  • Democratizar los alcances, efectos, usos y gestión humana (conflictos y compromisos) del proyecto dentro de la comunidad y actores involucrados. Entendiendo labor pedagógica política de la participación ciudadana y comunitaria como ejercicio de reconocimiento y democratización de las decisiones, que a través del dialogo y el consenso permiten generar comunidad y dignidad.
  • Catastrar los usos sociales y culturales que se dan en el parque. Además de identificar su significancia e identidad para la comunidad afín de potenciar ese imaginario y no uno alejado de la comunidad.
  • Realizar y publicar un catastro de especies animales que hacen del parque su hábitat y como estas se verán afectadas. Además de generar todos los insumos demandados por la ciudadanía para una toma de decisiones informada y sabia.
  • Construir una propuesta de gestión y gobernanza participativa futura para el proyecto.

Que la democracia participativa sea una obligación política ética para toda acción y proyecto social de aquí en adelante para el municipio.

]]>
/_feed=rss2&p=15963 0
Reflexiones sobre Parque El Pretil y ciudades más saludables /_p=15936 /_p=15936#respond Tue, 07 Jul 2020 15:11:11 +0000 /_p=15936 La remodelación de El Pretil reabre una serie de debates en torno al urbanismo en Copiapó y sobre todo del rol de los espacios verdes de la ciudad y la importancia de las zonas arborizadas. A continuación una columna de nuestra colaboradora Paloma Fernández Valdés al respecto. 

Por Paloma Fernández Valdés 

El Pretil, como elemento arquitectónico, es un murete de seguridad que se construye para evitar caídas o delimitar una zona, desde su nombre este parque no ha sido pensado en su magnitud, este pulmón verde representa un gran poder, un árbol que puede vivir hasta 500 años nos habla de la eternidad, de entender que la vida tiene tiempos más pausados, que la naturaleza tiene ciclos propios que no debemos olvidar.

Las ciudades ocupan un 3% de la superficie del planeta y consumen el 75% de sus recursos naturales, al 2050, el 68% de la población vivirá en ciudades, por lo tanto, es imprescindible buscar soluciones basadas en la naturaleza, como son los bosques urbanos que permiten: eliminar contaminantes nocivos, reducir el ruido, mejorar las temperaturas, mitigar los efectos del cambio climático, prevenir la erosión del suelo y las inundaciones, etc. Por eso la necesidad de cambiar la ciudad oscurecida por el asfalto a una ciudad más ecológica y con más áreas verdes resulta ineludible.

Cuando la municipalidad planifica su gestión, debe hacerlo pensando en el futuro y en cómo se lo aseguramos a nuestra niñez y para ello debemos implementar estrategias que contribuyan a un menor gasto energético, a potenciar las energías renovables y reducir la contaminación. Para lograrlo es necesario arborizar con el árbol adecuado en el lugar apropiado, promover las huertas orgánicas y comunitarias, convertir zonas abandonadas en espacios verdes, crear y fomentar empleos verdes, que permitan la sustentabilidad del sistema; otras medidas importantes que se deben fomentar son:  la eficiencia del agua, reciclaje de aguas residuales, reutilización de residuos, compostaje para mejorar los suelos, etc.

Todo lo anterior requiere creatividad e iniciativa a nivel local con el ingrediente fundamental de la participación ciudadana, así como de su organización, de esta forma podremos convertirnos en una ciudad verdaderamente dinámica, sustentable y colaborativa  que podría hacer frente a la crisis económica que nos atraviesa, por ello hoy resulta fundamental proteger el legado natural y patrimonial que significa nuestro pulmón verde “El Pretil”, así como sus añosos árboles, el pimiento como parte de nuestro patrimonio natural y cultural, los eucaliptus como dadores de sombra y refugio a animales, los jacarandá que embellecen nuestra comuna, así como toda la flora y fauna que debemos proteger.

El Instituto Terra ha devuelto el verde a la región de Aimorés, en el Estado de Minas Gerais, en Brasil, ha plantado 2,5 millones de árboles nativos en tierras erosionadas por la ganadería, recuperando su ecosistema original y Lélia Wanick, su fundadora, señala que esta experiencia podría replicarse casi en cualquier parte del mundo ¿Por qué no recuperar San Francisco de la Selva?

 “De los árboles depende nuestra agua y nuestro oxígeno, son el hogar de todos” Sebastiao Salgado, La Sal de la Tierra.

En 2008 se creó el proyecto de reforestación y conservación del instituto Terra para re-plantar la selva brasileña cuyo proyecto ha sido ejemplar para todos los países que desean recuperar los bosques que han ido desapareciendo a causa de la mano depredadora del hombre y el cambio climático.

Esta foto corresponde al año 2017. Tierra Culta.
]]>
/_feed=rss2&p=15936 0
El día en que arribaron los restos de Pedro León Gallo hasta Atacama /_p=15909 /_p=15909#comments Tue, 30 Jun 2020 17:01:21 +0000 /_p=15909 En 1877 murió Pedro León Gallo, ¿dónde lo velaron y qué recibimiento tuvieron sus restos en Atacama? Conócelo en la siguiente crónica histórica redactada por el escritor Víctor Munita Fritis.  

Por Víctor Munita Fritis 

La muerte de Pedro León Gallo fue a los 47 años, el día 10 de diciembre de 1877 en Santiago, aunque “se dice” que fue en París, Francia. Todo Chile mantuvo sus banderas a media asta; el cadáver fue embalsamado y trasladado desde la estación F.F.C.C. de Santiago hasta la de Valparaíso, en donde fue recibido por el intendente y embarcado en el vapor “Lontué” el que atraco en el puerto de Caldera el 22 de diciembre de 1877, en donde las banderas constituyentes se confundían entre las chilenas.

Sus restos fueron conducidos hasta la iglesia de San Francisco, allí se le quitó la doble tapa que lo cubría y a través del vidrio, la comunidad entera pudo contemplar sus restos y despedirlo con viva emoción. Los ex combatientes de la revolución formaron una guardia de honor portando el estandarte que ocuparon durante toda “La Revolución del 59” junto a la bandera histórica de Copiapó, además cubrieron el féretro con la de Chile.

El largo cortejo para transportar los restos al cementerio tuvo el siguiente orden:

1. La escuadra de la sociedad de artesanos; 2. La escuela fiscal Nº 4; 3.- La escuela fiscal Nº 3; 4.- La escuela fiscal Nº2. En ambos costados la de la urna mortuoria le acompañaba una delegación de la escuela Bruno Zavala y luego lo seguían sus familiares; 5.-Municipalidad de Copiapó y Caldera; 6.- El directorio de la Sociedad de Instrucción Primaria; 7.- El cuerpo de profesores del Liceo de Hombres; 8.- Representantes de la prensa y Club Copiapó; 9.- Círculo Literario; 10.-. Sociedad de Beneficencia Italiana 11.- Colonias Extranjeras; 12.- Sociedad Protectora; 13.- Sociedad de Artesanos; 14.- Alumnos del Liceo; 15.- Sociedad Industrial; 16.- Completando el cortejo una numerosa columna compuesta por la sociedad civil en general.

En el cementerio de Copiapó las palabras las dieron: Carlos María Sayago, quién representaba a la comisión del pueblo; el intelectual Valentín Letelier representante de la Soc. de Instrucción Primaria; Rafael Vial al círculo literario; el historiador Pedro Pablo Figueroa a la Soc. de Artesanos; Luis V. Larrahona al Club Copiapó y a la Logia Masónica Orden y Libertad Nº3 de Copiapó y Don Olegario Olivares a los amigos.2

La muerte de Pedro León Gallo

¡La muerte!… ¡El silencio y el misterio!
¡Siempre la tumba! ¡Incomprensible arcano!
¡El pueblo, silencioso y abatido,
viene a llorar la muerte de un hermano!

¡Morir! ¿Por qué morir el genio osado,
la muerte audaz de irradiación divina?
No, no muere, ¡que al ser privilegiado
para la gloria, el cielo lo destina!

¡Qué otra cosa es la muerte, sino un sueño!
¡Dejadlo que repose en dulce calma!
¡Duerme! Es un héroe, ¡mas dejad que duerma
mientras aviva su tristeza el alma!

Fue su vida, la del martirio,
gloria sublime y pesadumbre amarga…
¡Dejadlo en paz sobre su lecho frío,
término ya de su pesada carga!

Cumplida su misión en este suelo,
fue un ciudadano libre, un hombre honrado,
la patria lo llora, y su más bella lágrima
es tricolor, ¡es honra del soldado!

En vano el hombre se lamenta, ¡en vano!
¡Todo, el tiempo inmutable lo borra
la muerte! Idea triste, idea amarga.
¡Todo, todo concluye en la tumba!

Pueblo de Copiapó, no más llanto
empañe vuestros ojos. Es la muerte
para el alma el principio de otra vida,
y del cuerpo, el reposo, frío, inerte.

En la patria inmortal el héroe vive,
genio del bien, en homenaje al mundo
bendice eternamente su armonía
entre las ayes del dolor profundo.

El que ayer fue eminente ciudadano,
Pedro León Gallo, el noble, ya no existe;
¡rindió a la muerte su tributo amargo
y un vacío nos deja, acervo y triste!

FUENTES:

1.- J.V.I. Revista, Iris. Liceo de Hombres. “Estampas Atacameñas” Copiapó, Octubre de 1941. pp.17. Copiapó, Octubre de 1941.
2.- Álvarez Gómez, Oriel. Atacama de Plata, p. 201
3.- Homenaje póstumo a su memoria. Santiago: s/n, 1910. Incluido en el discurso de Ramón Luis Escuti a la muerte de Pedro León Gallo, pp. 137-38. Copiapó, 27 de diciembre de 1877.

]]>
/_feed=rss2&p=15909 1